
Musée Rodin, de la escultura al diseño
La complicidad entre el Museo Rodin y Tectona se remonta a la década de 1980, época en la cual la marca acondiciona el jardín del museo con los bancos de la colección Glenwood. Una línea emblemática que representa en ella misma todo lo que la compañía defiende: el trabajo artesanal, la resistencia al tiempo y la elegancia.

Inspiracón inglesa
Es bajo este marco que la colección Glenwood de Tectona ha tomado su lugar de manera natural, como si siempre hubiese estado allí. Realizada en teca, la madera noble por excelencia que el tiempo barniza de una pátina de un delicado tono gris, su silueta tiene como inspiración aquellos bancos típicos de los parques ingleses. Tanto los bancos como los sillones son fabricados completamente de forma artesanal, con ensamblajes de caja y espiga como en antaño, confiriéndoles así una gran resistencia al tiempo. Pues tras cincuenta años transcurridos, todo ha quedado tal cual. Solamente algunos listones fueron remplazados en 2004, momento en el cual los asientos también fueron aseados por primera vez.
Es, sin duda alguna, uno de los más bellos jardines parisinos, así como uno de los más grandes espacios verdes, extendiéndose sobre tres hectáreas. Su éxito se debe a su historia, pero también a su ubicación, en el corazón del muy chic distrito VII de París, no muy lejos de Los Inválidos. Alrededor del romántico estanque, los árboles seculares se mezclan con las esculturas de su ilustre ex- propietario, Auguste Rodin (1840-1917), cuya Puerta del Infierno, obra en la que participó Camille Claudel, musa, pareja del artista y una gran escultora en su propio derecho, se destaca como una de sus obras maestras.

Una colección única
Si fue en 1916 que Rodin donó al Estado del Hotel Biron, donde vivió, sus impresionantes colecciones, fue en 1919 que el acto fue oficializado. La duquesa de Maine, nuera de Louis XIV, residió antes que él en esta morada estilo Rocaille construida en el siglo XVIII que mira hacia el jardín. El mariscal de Biron luego se instalaría, y le daría su nombre a la morada. Esta última acogería en el siglo XIX una congregación religiosa, la Sociedad del Sagrado Corazón de Jesús de la que fue miembro, entre 1835 y 1839, la futura emperatriz de Francia, Eugenia de Montijo. Cocteau y Matisse también tuvieron allí su taller. Los muros del Hotel Biron (uno de los dos sitios del Museo Rodin, con la Villa des Brillants en Meudon), alberga colecciones que incluyen miles de esculturas, dibujos, fotografías antiguas, obras de artes... La capilla del siglo XIX hoy en día acoge una sala de exposición que fue completamente renovada en 2005.